EN EL DÍA MUNDIAL DE LA SALUD

Con motivo del Día Mundial de la Salud, que se celebra el 7 de abril, la farmacóloga clínica-investigadora de la Fundación para la Investigación Biomédica del HUG y coordinadora del proyecto, la Doctora Olga Laosa, ha destacado la necesidad de “no sólo buscar avances científicos sino también de concienciar a la sociedad sobre el manejo de la diabetes en personas mayores”. Laosa ha insistido en que la educación y la detección precoz de la fragilidad son “clave” para poder “instaurar un tratamiento que evite el desarrollo de la discapacidad”.

El proyecto está liderado por el Doctor Rodríguez Mañas y su equipo del Hospital Universitario de Getafe (Madrid), líder en la investigación de la fragilidad en pacientes mayores.

La población mundial está envejeciendo cada vez más y por primera vez en la historia, las personas mayores de 65 años superan en número a los menores de 5 años.  Este cambio demográfico viene acompañado de numerosos cambios y condiciones particulares relevantes inherentes al envejecimiento, como lo son mayor número de enfermedades, entre ellas la diabetes mellitus.

La diabetes es una enfermedad crónica altamente prevalente en las personas mayores que genera complicaciones en muchos órganos como los ojos, el riñón, el sistema nervioso, las arterias, el corazón entre otros, así como un compromiso en la funcionalidad de las personas y también en su capacidad cognitiva.

Se sabe que las personas con diabetes mellitus tienen mayor riesgo de presentar discapacidad y demencia que las personas mayores que no la presentan. Por lo tanto, para fomentar el envejecimiento saludable es indispensable garantizar el acceso de las personas mayores a servicios integrados enfocados, no solo en sus enfermedades, sino también en sus necesidades. De esta manera se preserva su funcionalidad y se mantiene una adecuada calidad de vida para este colectivo.

Cabe destacar el gran compromiso y colaboración con el estudio de la gran mayoría los participantes. Muchos extendieron la actividad física por mucho más tiempo del descrito inicialmente (16 semanas). La interacción con los profesionales de salud durante el seguimiento fue muy gratificante y se han logrado cambiar los hábitos de vida e incluir la actividad física en sus rutinas diarias, con resultados muy satisfactorios en su mejoría.